Comisión deuda Ecuador aboga por acuerdo con acreedores
QUITO (Reuters) - Ecuador buscará acuerdos con sus acreedores para renegociar o canjear la deuda externa que el Gobierno considere "ilegítima," pero las autoridades no descartan suspender el pago de sus obligaciones si es imposible alcanzar un consenso, dijo un auditor gubernamental.
El presidente Rafael Correa resucitó la semana pasada los temores del mercado a un impago, tras afirmar que anulará la deuda que se pruebe ilegítima por una comisión que conformó el año pasado para revisar todos los pasivos del país petrolero.
El mandatario, ex profesor universitario de economía, retomó los argumentos con los que sacudió los bonos ecuatorianos en el 2007 y aseguró que no pagará los créditos suscritos por funcionarios corruptos de anteriores Gobiernos o en condiciones injustas para el país.
Franklin Canelos, vicepresidente del grupo de expertos que audita la deuda ecuatoriana, dijo a Reuters en una entrevista que la Comisión ha encontrado operaciones ilegítimas en casi todos los tipos de deuda emitida por el país andino, aunque los resultados definitivos se publicarán a mediados de julio.
"No tendría sentido que el Gobierno decidiera unilateralmente, todo sería consensuado. Hemos hablado de canje, condonación y la posibilidad de negociación con los acreedores de las condiciones de crédito," dijo Canelos, en referencia a las opciones que presentarán al Gobierno.
"Otra posibilidad sería judicializar las deudas en caso de que no hubiera la flexibilidad para sentarse a negociar," agregó el experto, que rechazó vincular a la comisión con una ideología y calificó su trabajo de "técnico."
También Correa podría decidir suspender los pagos de algunos créditos, dijo Canelos. "Pero no creo que el Gobierno vaya a declarar la suspensión de pagos de toda la deuda," indicó.
Al preguntársele específicamente por los bonos Global de Ecuador, dijo que las autoridades no descartarían una suspensión en los tramos que sean calificados de ilegítimos, de lo que aseguró se han encontrado indicios, ya que se realizaron negociaciones irregulares entre funcionarios y tenedores de bonos.
"El Gobierno puede utilizar diferentes estrategias con diferentes deudas (pero) el presidente tiene la última palabra," aseguró el auditor, un economista de 64 años, segundo en la comisión que preside Ricardo Patiño, quien atemorizó al mercado con un "default" cuando era ministro de Finanzas.
Ecuador tiene unos 3.900 millones de dólares en bonos Global con vencimientos en 2012, 2015 y 2030 y con unos cupones del 12, 9 y 10 por ciento, respectivamente.
LA VIDA O LA DEUDA
Ecuador históricamente ha sufrido la losa de la deuda externa, que actualmente se ubica en unos 10.200 millones de dólares -algo más del 21 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB)-, lo que ha generado una precaria situación económica que se ha traducido en décadas de inestabilidad política.
"La vida antes que la deuda," suele aseverar Correa, quien ha afirmado que no recortará el gasto social para hacer frente a las acreencias, pese a que hasta la fecha ha pagado puntualmente los intereses de la deuda emitida por el empobrecido país andino.
Sin embargo, analistas creen poco probable que el Gobierno, en momentos en los que goza de buena liquidez por los altos precios del crudo, vaya a detener el pago de la deuda este año, debido a que haría peligrar la financiación futura que necesita para sus grandes proyectos sociales y de infraestructura.
De hecho, el propio Correa ha dicho que podría utilizar mecanismos de mercado como recompras de deuda y el ministro de Finanzas, Fausto Ortiz, aseguró cuando asumió el cargo en julio del año pasado que su misión era "evitar" caer en default.
"Cerrar finaciamiento tanto público como privado en un país que tiene planes de grandes proyectos de infraestructura (...) es una gran contradiccion," dijo Alejandro Grissanti, economista para América Latina de Barclays Capital.
Los analistas también señalan la saneada situación de caja de Ecuador, cuyas arcas estatales se han beneficiado de los altos precios internacionales del crudo, por lo que un impago se trataría de falta de voluntad política y no económica.
Para Gianfranco Bertozzi, analista de Lehman Brothers', el discurso debe leerse más en clave electoral que económica de cara al referendo que enfrentaría Correa esta año para aprobar una nueva constitución, vital para sus planes políticos y económicos, y los comicios posteriores para su reelección.
"(Correa) busca presentarse como el único y verdadero protector del pueblo ecuatoriano y sus intereses," dijo el analista, por lo que "creemos que el riesgo de default en Ecuador es probablemente muy bajo."
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