El obispo Medardo Gómez de El Salvador y el reverendo Felipe Adolf, de Quito, afirmaron que la ponencia sobre deuda externa presentada por el licenciado Ricardo Patiño de Ecuador, fue esperanzadora. "Una de las cosas que me parece muy interesante es que el gobierno de Ecuador ha retomado el seguimiento de la deuda externa a través de una auditoria. Me parece muy interesante que ahora se revelen datos de los acuerdos internacionales que nunca antes conocíamos. Es un asunto pedagógico de mucha valía", comentó Adolf, mientras que el obispo Gómez dijo que el mensaje fue esperanzador y con señales de justicia. El funcionario fue invitado a exponer en la conferencia de Obispos y Lideres de la Federación Luterana Mundial, FLM, que concluyó el viernes 4 de abril en el Centro Agrícola el Zamorano.
Patiño, también presidente de la Comisión para la Auditoria Integral del Crédito Público (CAIC) que inició su trabajo con el jubileo dos mil, reveló que se han encontrado hallazgos sorprendentes como cláusulas totalmente descabelladas en el otorgamiento de los prestamos que desde luego solo favorecían a la banca internacional y dejaba atados al anterior gobierno en su legítimos reclamos. Todo esto es parte de la cultura de corrupción ideológica e intelectual que es responsable de la deuda; a pesar que Ecuador no necesitaba de endeudarse, lo hicieron. Se empleaba del presupuesto nacional más fondos para abonar el pago de los intereses que para el sector social. Hoy el gobierno ha contratado a 12 mil maestros más y cuatro mil médicos para que presten sus servicios.
Agregó que los funcionarios del Banco internacional estaban acostumbrados a imponer leyes a los gobiernos para poder otorgar los préstamos conforme a sus intereses, de lo contrario decían,"no hay préstamos". Hoy en Ecuador se terminó eso. En la revisión de contratos o negociaciones si comprobamos actos ilícitos no pagaremos esa deuda pero si se otorgó en convenios legales sí reconoceremos la deuda, expresó Patiño a preguntas de algunos Obispos presente en la conferencia.
También Patiño reveló que grupos de poder en el pasado se convirtieron en asesores del sistema financiero internacional ganando millones, y su papel era presionar al gobierno para que firmara contratos de endeudamientos onerosos. Esas presiones o chantajes se acabaron en este gobierno y prueba de ello es que ya expulsamos a un funcionario del Banco Mundial quien quiso presionarme sobre los términos de la deuda siendo yo Ministro de Economía, dijo Patiño. También rechacé préstamos por no estar de acuerdo con sus términos de negociación.
Al explicar el objetivo del trabajo de la CAIC, dijo que es demostrar la iligitimidad de la deuda, su utilización, donde fue a parar ese dinero. Hemos descubierto una clara violación de la ley. Hemos también encontrado obstáculos ante la falta de información documentada porque se niegan a darla los funcionarios intermedios que participaron en esas negociaciones. En el informe preliminar de la CAIC encontramos que el Procurador de la Republica recibía dictámenes redactados por la banca y el simplemente los firmaba. Encontramos contratos con cláusulas que si se excedían los pagos por una deuda no se podían devolver y hubo casos de pago hasta por tres veces, pero el dinero no se podía devolver porque así lo decían los contratos.
Era fácil poner orden en esas deudas, era solo cambiar de sistema en la finanzas, pero nos se hizo, dijo el Ministro. Hoy la CAIC propone una nueva política económica social y desarrollo y dice que si hay deuda debe ante todo respetarse la soberanía del país. Pensamos, afirmó, continuar con el plan de auditoria y veeduría o sea el control por parte de la ciudadanía y crear el Banco del Sur con los recursos propios de los países de la región, o sea que el Ecuador deposite sus fondos del petróleo en ese banco no en la banca del norte, dijo Patiño, quien al final de su exposición agradeció el apoyo que le brindo la FLM y el CLAI durante su lucha en contra de la deuda externa a través del proyecto Jubileo Dos Mil que ocupaba una modesta oficina en una Universidad de Quito.
Trinidad Vásquez
Tegucigalpa, lunes, 7 de abril de 2008