dimarts, de setembre 21, 2010

Camboya pide a EEUU que condone la "sucia deuda" externa del país

EUROPA PRESS. Madrid, 20 de septiembre de 2010

El primer ministro camboyano, Hun Sen, ha emplazado al presidente estadounidense, Barack Obama, a cancelar la "sucia deuda" externa de más de 300 millones de dólares que, según dijo, sirvió para alimentar la guerra civil protagonizada por los Jemeres Rojos tras un golpe de Estado prooccidental.

"La deuda de Camboya para con Estados Unidos que data de 1970 a 1975 es una sucia deuda, así que, por favor, cancélela", afirmó Hun Sen durante un acto de inauguración de un puente en la provincia de Kandal.

"¿Cómo podemos pagar esta sucia deuda? Incluso los bancos la cancelarían", dijo. Hun Sen se entrevistará con Obama en Nueva York el próximo miércoles.

Tras el golpe de Estado de Lon Nol, en 1970, Estados Unidos concedió créditos para el desarrollo agrícola, pero tanto Camboya como varios congresistas norteamericanos han denunciado que el dinero fue empleado para comprar armas que finalmente fueron empleadas contra el propio pueblo camboyano.

La guerra concluyó en 1975 con la toma del poder por parte de los Jemeres Rojos, un grupo ultramaoísta que controló el país hasta 1979, cuando la invasión del vecino Vietnam propició su caída y la instalación de un régimen satélite provietnamita. Durante el régimen de los Jemeres Rojos se puso en marcha una política de ingeniería social que implicó en realidad el genocidio de más de un millón de personas.

El Gobierno camboyano ha solicitado en varias ocasiones la conversión de la deuda en ayuda, de forma análoga al acuerdo entre Vietnam y Estados Unidos de 2000 que permitió la transformación de la deuda en un programa de desarrollo educativo. Sin embargo, Estados Unidos sostiene en este caso que Camboya cuenta con suficientes fondos para hacer frente a la deuda.

dijous, de setembre 16, 2010

Aprobada la condonación del total de la deuda bilateral de la República del Congo, por 224 millones de euros

El Librepensador. Madrid, 15 de septiembre de 2010

El Ministerio de Economía y Hacienda ha ratificado la condonación del total de la deuda de la República del Congo frente a España. Esta condonación asciende a un total de 224 millones de euros.

El Acuerdo de condonación entre España y la República del Congo se realiza en aplicación del acuerdo alcanzado en el Club de París en marzo de 2010, y del compromiso asumido por el Gobierno español, en julio de 2007, de condonación adicional y voluntaria a los países incluidos en la Iniciativa de alivio de deuda de los Países Pobres Altamente Endeudados (Highly Indebted Poor Countries-HIPC).

Así, esta ratificación concreta el acuerdo de alivio de la deuda de la República del Congo adoptado en marzo de 2010 por el Club de París. Este Club, del que España es miembro permanente, es un foro multilateral en el que se reúnen los principales acreedores soberanos y, entre otras cuestiones, estudia la concesión de diversos tratamientos de deuda a países que atraviesan problemas de sobreendeudamiento.

En el caso de la República del Congo, el tratamiento de deuda acordado en el Club de París consiste en la condonación de un 45,2% de la deuda contraída con anterioridad al 1 de enero de 1986. En el caso de España, este acuerdo implica la condonación de 101 millones de euros

Adicionalmente, en virtud del compromiso del Gobierno español con el alivio de la deuda de los países HIPC, España ha procedido a una condonación adicional, por importe de 123 millones de euros, de forma que se condona el total de la deuda de República del Congo frente a España, que ascendía a 224 millones de euros.

dijous, de juliol 08, 2010

La crisis económica en la Eurozona y el riesgo de EEUU

Publicado en ALAI, América Latina en Movimiento, el 7 de julio de 2010

Por Luiz Alberto Moniz Bandeira

El cáncer que corroe la economía norteamericana es el militarismo…

Irresponsabilidad fiscal, descontrol de los gastos públicos, elevados déficit presupuestales, déficit comercial, corrupción, inflación y estancamiento económico constituyen algunos de los factores fundamentales que llevaron a Grecia al borde del default. Con una deuda pública, como porcentaje del PBI, del orden del 124,5%, la mayor de la Unión Europea, y un déficit fiscal del 11,3% proyectado para 2010 (el segundo más grande, después de Irlanda, con el 12,4%), enfrentaba y enfrenta enormes dificultades, así como, en menor grado, otros países de la región, sobre todo Irlanda, Portugal y España. Sin embargo, las agencias de calificación de riesgo (más de cien, todas bajo la influencia de Wall Street) agravaron aún más la situación, rebajando la calificación de solvencia de Grecia, con lo que favorecieron, a propósito, el ataque al euro por parte de los que especulan con las monedas, en las bolsas de valores.

La erupción de la crisis económica y financiera, que sacude a Grecia y amenaza a Irlanda, Portugal, España y a toda la Eurozona (16 de los 27 Estados miembros de la Unión Europea y otros 9 no-miembros de la UE que adoptan el euro), constituye un desdoblamiento, la tercera etapa de la crisis económica y financiera que se disparó en los Estados Unidos, con la explosión del mercado inmobiliario, en el primer semestre de 2007, cuando grandes aseguradoras, como Merrill Lynch y Lehman Brothers, suspendieron la venta de activos de garantías, y en julio del mismo año, bancos europeos registraron perjuicios con contratos basados en hipotecas de alto riesgo.

La insolvencia de los deudores hipotecarios provocó la debacle, afectando los préstamos de empresas, tarjetas de crédito, etc. En seguida, septiembre de 2008, la crisis alcanzó al sector bancario, con la bancarrota y la disolución del Lehman Brothers, el cuarto banco de inversión de los Estados Unidos, después de 158 años de actividad. Y, finalmente, comprometió e implicó a sus propios Estados nacionales. Llevó a Islandia, cuyos bancos mantenían negocios por un valor tres veces mayor que el PBI del país, a una virtual bancarrota, reflejándose sobre el Reino Unido, su principal acreedor. Y, a fines de 2009, se manifestó en Grecia, amenazando la estabilidad de toda la Eurozona, dado que varios países no cumplieron las metas del Tratado de Maastricht para la unificación monetaria, entre las cuales se ubica el control del déficit presupuestal (hasta el 3% del PBI), del endeudamiento público (hasta el 60% del PBI).

La situación se plantea aún más grave, por cuanto la eventual desestabilización de la Eurozona podría provocar una crisis sistémica, debido a la promiscuidad de los bancos alemanes, franceses y también americanos con los Estados nacionales y otros bancos, mediante deudas cruzadas. Si Grecia y/o Portugal dejasen de pagar a los bancos, la crisis se propagaría y crecería como una bola de nieve. Por ejemplo, según el Bank for International Settlements, los bancos portugueses deben 86 mil millones de dólares a los bancos españoles, que, por su parte, deben 238 mil millones a instituciones alemanas, 200 mil millones a los bancos franceses y cerca de 200 mil millones a los bancos americanos.

La concesión de cerca de 1 trillón de dólares a Grecia, prometida por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, no apuntó a ayudarla, sino a salvar a los bancos alemanes, franceses y a los inversores americanos, que proveen más de 500 mil millones de dólares de préstamos de corto plazo a los bancos europeos, sobre todo a los de las naciones más débiles, para financiar diariamente sus operaciones.

Este endeudamiento de los Estados con los bancos y de los bancos con otros bancos evidencia que, no obstante los factores nacionales, domésticos, la crisis que se agravó en Grecia y amenaza contagiar a toda la Eurozona también es, en otra dimensión, una consecuencia directa de la crisis de los Estados Unidos, dado que el sistema capitalista, entrelazado por el mercado mundial y la división internacional del trabajo, constituye un todo, interdependiente, y no una simple suma de economías nacionales.

El alza del precio del petróleo y del oro, en el mercado mundial, así como la elevada valorización del euro reflejaron la profunda crisis que deterioraba y deteriora la economía americana. La valorización del euro, debido a la caída del dólar, afectó, no obstante, a países como Grecia, Irlanda y Portugal, que no poseen moneda propia y, consecuentemente, no pueden promover la devaluación cambiaria, para reducir los salarios, compensar la pérdida de la competitividad de sus exportaciones, ajustar las finanzas y equilibrar la cuenta corriente de la balanza de pagos.

A pesar de la enorme asimetría, la grave situación económica y financiera de Grecia y algunos otros Estados en la Unión Europea es muy similar a la de los Estados Unidos, cuya deuda externa líquida, el 31 de diciembre de 2009, era del orden de 13,76 trillones de dólares, del mismo tamaño que su PBI, calculado en 14,26 trillones en 2009, calculado según la capacidad de su poder de compra. La deuda pública de los Estados Unidos, en mayo de 2010, era de cerca de 12, 9 trillones, de los cuales 8,41 trillones estaban en poder del público y 4,49 trillones de los gobiernos extranjeros. Este monto (12,9 trillones de dólares) corresponde a cerca del 94% del PBI de los Estados Unidos, mientras el de la Eurozona es del 84%.

El problema fiscal en los Estados Unidos es extremadamente grave. El anterior presidente del Federal Reserve (FED), Alan Greenspan, en octubre de 2009, declaró que no estaba demasiado preocupado con la debilidad del dólar, sino con los costos del largo plazo de los Estados Unidos, unido a la creciente elevación de la deuda nacional, cuya relación se tornaba progresivamente explosiva, como una espiral, en la cual el creciente pago de los intereses aumentaría el déficit y la deuda, generando un nuevo aumento y así sucesivamente. El déficit del año fiscal de 2009, finalizado el 30 de septiembre, más que triplicó el del año anterior, alcanzando una suma record de 1,4 trillones de dólares.

El presidente Barack Obama presentó para el año fiscal 2010 un presupuesto, con gastos de aproximadamente 3,5 trillones y un déficit federal de 1,75 trillones, lo que significa que el gobierno americano tendrá que tomar préstamos, aumentando la deuda pública, o emitir más dólares, dado que el ahorro interno es insuficiente para atender sus gastos. Este déficit fiscal se entrelaza con el creciente déficit comercial, que en 2009 representó más del 40% (1,04 mil millones) del total del su intercambio con otros países. Y, en los primeros tres meses de 2010, continuó creciendo. En marzo, el Departamento de Comercio anunció un déficit de 40,4 mil millones, contra 39,4 mil millones en febrero.

La sustentabilidad de los déficit fiscal y comercial - denominados "déficit gemelos", no porque sean iguales, sino porque se interrelacionan - depende del continuo influjo de capitales extranjeros, oriundos, sobre todo de las inversiones de China, comprando bonos del Tesoro de los Estados Unidos.

Efectivamente, son los bancos centrales de otros países los que financian el déficit en la cuenta corriente de los Estados Unidos, del orden de 380,1 mil millones de dólares en 2009, más del 6% del PBI, déficit este que, en el primer trimestre de 2010, saltó a 115,6 mil millones de dólares, contra 102.3 mil millones de dólares, en el mismo período de 2009, y recrudece en cerca de 2,35 mil millones de dólares por día. Si el influjo de capitales del exterior cesa, el Tesoro de los Estados Unidos no tendrá recursos, en el correr de 2010, para refinanciar 2 trillones de su deuda de corto plazo, de la cual el 44% está en poder de países extranjeros.

Los Estados Unidos ocupan el primer lugar en la lista de los países con la mayor deuda externa líquida del mundo (13,7 trillones de dólares), seguido por Gran Bretaña (9,6 trillones), Alemania (5,2 trillones), Francia (5 trillones) y Países Bajos (2,4 trillones). Se trata, por lo tanto, de una superpotencia deudora, virtualmente en bancarrota. Sólo no llegó al borde de la insolvencia porque puede emitir el dólar, que es la moneda internacional de reserva.

Pero la tendencia del dólar es a disminuir, tanto que, después de devaluarse en un 40% entre 2002 y 2008 y fortalecerse un 20% con relación al euro, entre marzo y diciembre de 2008, durante la crisis financiera, volvió a caer un 20%, entre marzo y diciembre de 2009, debido a la preocupación del mercado con la deuda externa de los Estados Unidos. Su revalorización, como consecuencia de la crisis en Grecia y del debilitamiento económico de la Eurozona, es coyuntural.

El dólar está estructuralmente debilitado por el déficit fiscal y cambiario y por la elevada deuda externa líquida de los Estados Unidos. La perspectiva es de que, días más días menos, deje la condición de única moneda internacional de reserva, a pesar de que China y los Estados Unidos sean el centro del sistema capitalista mundial. Y, cuando eso ocurra, los Estados Unidos tendrán enormes dificultades de pagar sus cuentas, por medio de préstamos de otros países.

En agosto de 2007, David M. Walker, jefe del Government Accountability Office (GAO), órgano del Congreso americano encargado de la auditoria de los gastos del gobierno, advirtió que el país estaba sobre una “plataforma incandescente” (burning platform) de políticas y prácticas insostenibles, escasez crónica de recursos para la salud, problemas de inmigración y compromisos militares externos, que amenazaban explotar de no adoptarse en breve algunas medidas. Previó aumentos “dramáticos” en los impuestos, reducción en los servicios del gobierno y el rechazo en gran escala de los bonos del Tesoro americano como instrumento de reserva por parte de los países extranjeros. Y señaló “notables semejanzas” entre los factores que resultaron en la caída del Imperio Romano y la situación de los Estados Unidos, debido a la disminución de los valores morales y de la civilidad política, a la confianza y a la excesiva dispersión de las Fuerzas Armadas en el exterior, así como a la irresponsabilidad fiscal del gobierno americano.

Menos de un año después, Paul Craig Roberts, ex secretario asistente del Departamento del Tesoro, en el gobierno de Ronald Reagan (1981-1989), afirmó, en un artículo titulado “The Collapse of American Power” y publicado en el Wall Street Journal, que la superpotencia - los Estados Unidos - no estaba en condiciones de financiar sus propias operaciones domésticas, mucho menos sus “injustificables” guerras, si no fuese por la bondad de los extranjeros, que le prestan dinero sin perspectiva de recibir el pago.

De hecho, los Estados Unidos sólo pueden mantener las guerras en Irak y en Afganistán, dos guerras perdidas, con el financiamiento de otros países, principalmente China y Japón, que continúan comprando bonos del Tesoro americano. Joseph E. Stiglitz (Premio Nobel de Economía) estimó que el total de los costos de estas dos guerras se extiende de 2,7 trillones de dólares, en términos estrictamente presupuestales, a un total de costos económicos del orden de 5 trillones de dólares. No sin razón, The Economist, en la edición del 27 de marzo de 2008, publicó un artículo titulado “Waiting for Armageddon”, en el cual resaltó que el aumento de las corporaciones en bancarrota podía ser la señal de que lo peor estaba todavía por suceder. Lo peor que se puede esperar es el default del propio gobierno de los Estados Unidos, cuyo sistema financiero China, con reservas en dólares de más de 2,4 trillones de dólares, está en condiciones de comprar.

En dichas circunstancias, el default de Grecia, de darse, no sólo impactaría a toda la Eurozona. También afectaría la estructura económica y financiera de los Estados Unidos, cuya política fiscal a largo plazo es insostenible. Pero el problema no deriva principalmente de los gastos con los servicios sociales y de salud, como los conservadores republicanos e incluso algunos demócratas acusan. El cáncer que corroe la economía americana es el militarismo, alimentado por los profundos intereses del complejo industrial-militar, en los grandes negocios en que las grandes corporaciones y militares se asocian, fomentando un clima de supuestas amenazas, un ambiente de miedo, con el propósito de obligar al Congreso a aprobar voluminosos recursos para el Pentágono y otros órganos vinculados a la defensa.

La industria bélica, con toda la cadena productiva, constituye otra burbuja que, más tarde o más temprano, va a explotar. El gobierno de los Estados Unidos, ya sea con el presidente Barack Obama o con quien lo suceda, no tendrá recursos para subsidiarla, eternamente, con la compra de armamentos por parte del Pentágono, ni mantener centenas de bases militares y millares de tropas, en todas las regiones del mundo. Por cierto, cortar estos gastos es muy difícil. Afectaría la economía de varios Estados americanos, localizadas, sobre todo, en el sunbelt (Texas, Missouri, Florida, Maryland y Virginia), donde funcionan las industrias de armamentos que emplean tecnología intensiva de capital. En dichas circunstancias, en medio de propinas, soborno, pago de comisiones a los que promueven las compras, y contribuciones para la campaña electoral de los partidos políticos, el complejo industrial-militar, con un enorme peso económico y político, ejerce una fuerte influencia sobre el Congreso americano y sobre toda la prensa, principalmente en las redes de televisión.

Sin embargo, el incomparable poderío militar de los Estados Unidos tiene límites económicos. Irresponsabilidad fiscal, descontrol de los gastos públicos, altos déficit presupuestales, continuo déficit en la balanza comercial, elevado endeudamiento externo, corrupción inherente al conjuro entre industria bélica y el Pentágono, representado por el complejo industrial-militar, recesión - factores similares a los que produjeron la crisis de Grecia – representan la mayor amenaza y pueden derrotar a la superpotencia. Y esta extrema vulnerabilidad de su economía, con posibilidad de insolvencia, no es señalada por las agencias de calificación de riesgo.

dimarts, de juliol 06, 2010

La deuda externa bate récords

El País, 5 de julio de 2010.

Año 2007: España es una potencia próspera cuya capacidad inversora convence a los mercados hasta el punto de captar capital extranjero por valor de casi un 160% del PIB. Año 2010: España es un país con los pies de barro que adeuda al exterior más del 170% de su PIB, lo que siembra dudas sobre una pronta devolución. En menos de tres años, la lente deformadora del mercado ha hecho de dos cifras muy similares una lectura completamente opuesta.

La tendencia no arroja lugar a dudas: la deuda exterior de España ha crecido hasta casi multiplicarse por tres desde que existen datos comparables (año 2002). Las últimas cifras del Banco de España publicadas la semana pasada lo confirman: en el primer trimestre de 2010, suma ya 1,78 billones de euros, casi dos veces el PIB, según datos de la balanza de pagos. Y los mercados acechan: la cantidad adeudada al exterior es uno de los indicadores que observan con más detenimiento para juzgar la sostenibilidad del país.

Todos los analistas consultados coinciden en el diagnóstico: la deuda exterior no puede crecer indefinidamente y ya se están adoptando medidas para contenerla, pero la desconfianza sobre la capacidad de España para reintegrar esos capitales es exagerada. Un vistazo rápido por países indica que los recelos sobre España van más allá del dato: Francia, Holanda, Bélgica, Austria y Portugal, entre otros, dependen más del exterior que España. Y, paradójicamente, Grecia depende menos, según el Fondo Monetario Internacional.

Fuentes financieras destacan la rápida reducción del déficit exterior de España (la diferencia entre los flujos que entran y salen) para vaticinar que la deuda tocará techo pronto como reflejo de esa menor necesidad de financiación. La brecha con el exterior ha pasado de rozar el 10% del PIB en 2008 al 5,53% el año pasado, y sigue bajando. "En Grecia y Portugal no ha ocurrido eso", añaden esas fuentes.

El perfil de la deuda exterior ha cambiado en los dos últimos años. Aunque empresas y familias (sobre todo la banca) siguen aportando el grueso, la deuda privada empieza a flexionar. La tasa de ahorro de los hogares está en máximos (18,5% de la renta disponible) y las empresas -salvo el sector financiero- empiezan a disminuir sus necesidades de financiación. Esa es una de las grandes bazas de España.

Por el contrario, la deuda pública, muy contenida hasta 2007, crece a buen ritmo. El 53% alcanzado en 2009 representa una cifra moderada, pero los mercados no se fían. Temen que parte del endeudamiento privado se transfiera finalmente al sector público.

Para mejorar la imagen exterior, tanto el privado como el público se están sometiendo a curas de adelgazamiento. Pero esa medicina puede acabar convirtiéndose en veneno. "Es muy difícil reducir el nivel de deuda sin que afecte al crecimiento", advierte Vicente Pallardó, director del Observatorio de Coyuntura Económica Internacional de la Universidad de Valencia. Este experto duda de que los acreedores exijan tanta austeridad. "No está claro que los mercados estén aplaudiendo los recortes", reflexiona, al tiempo que advierte de que, si se paraliza, la economía europea no podrá hacer frente a sus pagos.

La solución que aporta Pallardó consiste en combinar una doble política: que los países sobreendeudados se ajusten y, al mismo tiempo, que quienes venden al exterior mucho más de lo que compran -Alemania- estimulen sus economías en lugar de enfriarlas. Ese círculo virtuoso requiere "una mayor coordinación internacional". También José Luis Martínez, de Citi, alerta del principal motivo de descrédito en los mercados: "Lo que más penalizan es la falta de crecimiento". Martínez cree que los inversores no miran ahora la letra pequeña de la economía, por lo que insta a las autoridades "a cambiar la percepción que tienen de nosotros".

Esa falta de discriminación en cuanto a la composición de la deuda exterior disgusta a Juan Luis García Alejo, jefe de análisis y gestión de Inversis Banco. Este experto recuerda que una buena parte de los créditos en España se han destinado a vivienda. Es decir, cuentan con un activo que los respalde, aunque ahora esté devaluado. En cambio, "la penetración del crédito al consumo es más baja que en la media europea".

La fiebre del endeudamiento obedece, en última instancia, al proceso que introdujo a España en un entorno económico entonces blindado, el del euro, con tipos negativos al compararlos con la inflación. El resultado fue un estímulo excesivo al crédito. Federico Steinberg, investigador del Instituto Elcano, relativiza las consecuencias de esa distorsión: "El coste de financiación de la deuda es más alto, pero no hay problemas para colocarla; es lógico que pague más interés que la alemana", algo que no ocurrió durante la bonanza. Steinberg llama a la calma: "Hay demasiado catastrofismo", concluye.

dilluns, de març 15, 2010

España, primer país en hacer frente "al desafío de la deuda"

EFE / PÚBLICO - Londres - 15 de marzo de 2010

España es el primer Gobierno con califiación de riesgo Aaa en haber hecho frente al desafío a su deuda soberana mediante medidas de ajuste, señala la agencia Moody's en un informe sobre ese tipo de deuda en los esos países.

"Dadas las mayores tensiones en el mercado en torno a la deuda soberana, la capacidad que tengan los Gobiernos calificados Aaa para "fijar expectativas fiscales -mediante programas de consolidación detallados o la introducción de reglas firmes- será crucial para evitar los riesgos que conlleva un aplazamiento de la consolidación fiscal", señala Moody's.

La agencia advierte de que en el caso español, el "proceso de ajuste será indudablemente prolongado y doloroso" y agrega que no está descartado que "otros grandes países con la misma calificación de riesgo Aaa puedan quedar expuestos a las mismas presiones en meses venideros".

Según Moody's, la recuperación de la economía global sigue siendo frágil en algunas de las grandes economías avanzadas, la mayoría de las cuales han "implementado las medidas fiscales y monetarias más agresivamente expansionistas".

"Ello expone a los Gobiernos a riesgos sustanciales en las estrategias de salida (de la crisis), que podrían a su vez hacer más vulnerable su crédito (soberano)", apunta Arnaud Mares, vicepreidente de la división de riesgo soberano y autor principal del informe.

dilluns, de març 08, 2010

Los islandeses repudiaron su deuda externa en un referendo

La Capital (Argentina)/ 8 de marzo de 2010

Reikiavik — Un 93 por ciento de los islandeses rechazó en referendo el pago de 5.300 millones de dólares de deuda externa que el país mantiene con Gran Bretaña y Holanda. El referendo no tiene valor vinculante.

Islandia necesita un acuerdo con ambos países para desbloquear la ayuda extranjera que requiere para su debilitada economía. Pese a las consecuencias de rechazar el pacto, los islandeses lo hicieron de todas formas, una muestra de su enojo por lo que consideran abusivos términos de pago de Gran Bretaña y Holanda, y dado que ahora están seguros que podrían lograr un mejor acuerdo. Gran Bretaña y los Países Bajos ya han ofrecido términos más flexibles.

En el meollo del asunto está el pago de 3.500 millones de dólares a Gran Bretaña y 1.800 millones a Holanda como compensación de los fondos que esos gobiernos pagaron en 2008 a unos 340.000 clientes que tenían ahorros en el quebrado banco islandés por internet Icesave. Las sumas equivalen a la mitad del Producto Bruto Interno islandés.

Durante la jornada, entre 300 y 400 manifestantes desafiaron la lluvia y el fuerte viento para protestar contra el acuerdo, diciendo que Islandia debe centrarse en ayudar a sus propios ciudadanos a atravesar la crisis antes de pagar obligaciones con el extranjero. Todas las encuestas muestran que los islandeses creen que deben pagar la deuda, pero ven a los términos actuales del acuerdo como injustos. “Nosotros queremos pagar nuestras deudas, pero queremos hacerlo sin quedar en la bancarrota”, dijo Steinunn Ragnarsdottir, un pianista que votó en Reikiavik. Ahora resta ver cómo tomarán el referendo los acreedores extranjeros.

El Parlamento de Navarra insta a que se cancele la deuda externa de Haití

Diario de Navarra / 5 de marzo de 2010

La comisión de Asuntos Sociales, Familia, Juventud y Deporte del Parlamento de Navarra aprobó una resolución por la que se insta al Gobierno central, que este semestre asume la Presidencia de la UE, a impulsar la adopción de medidas para ayudar a la reconstrucción de Haití, medidas que "incluyan la cancelación de la deuda externa del país y que aseguren que la ayuda llega a los que más la necesitan".

La moción, aprobada por unanimidad, incluye un segundo punto en el que, a su vez, se insta a los ministros de Finanzas del G-7, FMI, Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo a la "condonación total de la deuda externa de Haití". La iniciativa, presentada por NaBai, defiende que en el caso de Haití, que "ya era uno de los países más pobres del mundo, con una deuda externa de en torno a 890 millones de dólares, no sirven medidas cautelares".

dijous, de febrer 04, 2010

Experto ONU pide cancelación de deuda externa haitiana

Prensa Latina / Naciones Unidas, 4 de febrero de 2010

Un experto de Naciones Unidas criticó hoy al Fondo Monetario Internacional (FMI) por conceder préstamos a Haití con cinco años de gracia y reclamó la cancelación inmediata de la deuda externa de ese país.

Resulta irreal esperar que el pueblo haitiano pueda reunir recursos para comenzar a saldar su deuda en el plazo de cinco años, dijo Cephas Lumina, especialista de la ONU en materia de deuda externa y derechos humanos, en una declaración distribuida aquí. Asimismo, rechazó la idea de que Haití, devastado por un terremoto el pasado 12 de enero, tenga que pagar la asistencia de emergencia recibida tras la catástrofe que ocasionó unos 200 mil muertos e incalculables pérdidas materiales.

EL FMI acaba de anunciar la concesión de un préstamo de 114 millones de dólares a ese país caribeño, libre de intereses y con cinco años de gracia para su reembolso. Lumina alertó contra la creación de una nueva deuda insostenible y recordó que los primeros cálculos indican que la recuperación de Haití tras el desastre tomará al menos una década.

El experto de la ONU exigió la inmediata e incondicional cancelación de la deuda externa haitiana, estimada en unos 890 millones de dólares, de los cuales un 70 por ciento corresponden a los bancos Mundial e Interamericano de Desarrollo. Por otro lado, saludó el anuncio del Club de París sobre una eventual cancelación del débito haitiano por 214 millones de dólares, aunque consideró que se trata de una decisión insuficiente para asegurar la recuperación.

Lumina cumple un mandato del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para monitorear los efectos de la deuda externa sobre el disfrute de esos derechos en sus vertientes económica, social y cultural.

dimecres, de gener 27, 2010

Chávez condona la deuda a Haití dentro de vasto plan ALBA para su refundación

Radio LaPrimerísima. Caracas. EFE. 25 de enero de 2010

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, anunció este lunes la condonación de la deuda de Haití por la compra de combustible venezolano, en el marco de una reunión de los países de la ALBA que decidió un vasto plan para "refundar" al país que sufrió un sismo de 7 grados el pasado 12 de enero.

"Haití no tiene deuda con Venezuela, es al revés: Venezuela tiene una deuda histórica con esa nación, con ese pueblo por el que no sentimos lástima sino admiración y compartimos su fe, su esperanza", dijo Chávez al concluir una reunión extraordinaria de cancilleres de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA). "Está de más decirlo", añadió al informar de tal condonación de toda la deuda, por un total que no reveló, y recriminar a quienes expresaron, señaló, que él debía ser presionado y así "presentar a Venezuela como un país insensible".

También anunció que la ALBA decidió un plan integral que incluye una donación inmediata de 20 millones de dólares para el sector de la salud de Haití y un fondo que, remarcó Chávez, será de al menos 100 millones de dólares, "de entrada y para comenzar", aportados por los socios de la instancia internacional.

Venezuela es la nación con mayor fuerza financiera de la ALBA, conformado también por Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Dominica, Antigua y Barbudas, y San Vicente y las Granadinas, y a cuyas reuniones asisten en calidad de observadores representantes gubernamentales de Haití y de otros países caribeños. Chávez, que insistió en que la salud constituye "el eje de la solidaridad" del grupo con Haití, reveló que la petrolera venezolana Citgo, que opera en Estados Unidos y que "es una empresa de la ALBA", cumple en la actualidad "y continuará haciéndolo", un papel "protagónico" en el envío de ayuda a la isla.

Chávez corrigió, en una alocución transmitida en directo por la red estatal de emisoras de radio y televisión, el texto sobre el plan de la ALBA para Haití acordado por los cancilleres y quitó la palabra "venta" y la cambió por "suministro" al dar cuenta de que el combustible llegará directamente a la población haitiana. Ello, especificó Chávez, a través de "estaciones móviles de servicio" que operarán en las próximas semanas. El plan de ayuda a Haití de la ALBA a corto, mediano y largo plazo incluye diversos apoyos que cubren desde el sector agrícola, de producción, importación y distribución de alimentos, hasta una amnistía migratoria a haitianos residentes ilegalmente en las naciones que asocia la instancia de integración, agregó.

Al igual que lo ha hecho desde que se conoció la masiva llegada a Haití de soldados de Estados Unidos tras el terremoto del día 12, Chávez reclamó respeto a la soberanía haitiana, que la ONU coordine todas las operaciones y tildó de "fascista" a un dirigente estadounidense que no identificó y al que atribuyó haber dicho que Dios castiga a Haití. "¡Qué cosa más terrible y hay gente que llega a creer eso", dijo al insistir en que "abundan" en Estados Unidos quienes atribuyen el terremoto a un castigo porque allí se idolatra "al demonio".

Chávez también condenó la salida de Haití de menores entregados en adopción a familias de Estados Unidos y Europa y alertó que instancias de los derechos de la infancia, entre los que nombró a la Unicef, coinciden en que "lo último que hay que hacer es sacar a los niños" del país sin antes agotar la búsqueda de sus familiares. "No nos explicamos cómo sale un avión lleno de niños a Estados Unidos y otro a Europa. No sabemos cuántos aviones, cuántos niños", han salido de Haití "tan rápido", dijo y alertó de "madres por ahí buscando a sus hijos" y quizá "gente por ahí ofreciendo dinero, manipulando" para que desistan de reclamarlos.

El jefe de Estado dio cuenta asimismo de que ya existen personalidades que desean trabajar con la ALBA, entre los cuales nombró al actor de cine Sean Penn, quien, subrayó, lo ha llamado porque los integrantes de un equipo de médicos estadounidenses con el que se encuentra en Haití desea "coordinar" acciones.

dilluns, de gener 18, 2010

El FMI anuncia como "ayuda" un nuevo préstamo para Haití

Andrés Perez. PÚBLICO. Puerto Príncipe, 15 de enero de 2010

El director general del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss Kahn, acaba de anunciar su firme intención de "movilizar ayuda" para Haití "muy rápidamente", con el desbloqueo de 100 millones de dólares. Strauss Kahn dijo que el objetivo es "acompañar a Haití en la difícil tarea", y expresó su "profunda simpatía para con las víctimas". Lo que olvidó de decir el director general es que los 100 millones de euros no son ayuda. En la letra pequeña pone que la suma será desbloqueada en forma de "facilidad ampliada de crédito". Es decir que los haitianos tendrán que devolverla, aunque estén bajo los escombros. Y con intereses.

Desde hace dos siglos, es una costumbre de eso que se suele llamar la comunidad financiera internacional. Auténtica ayuda y auténtica anulación de la deuda externa de Haití son irremediablemente las asignaturas pendientes del Norte con este país desde su nacimiento, en 1804.

El rey de Francia ya impuso en 1825 la primera deuda a la ex colonia

Aprovechando uno de los episodios de restauración monárquica que sufrió Francia en la primera mitad del siglo XIX, los ex colonos blancos impusieron su venganza. El rey Carlos X envió un emisario a la no reconocida república negra en 1825 con un mensaje claro: o Haití aceptaba endeudarse para "indemnizar a los agraviados colonos", o Francia impondría un bloqueo naval férreo, seguido de una invasión.

Los haitianos tuvieron que capitular, y así cargaron con una deuda de 150 millones de francos-oro de la época debidos a Francia. Un monto que, proyectado a cifras actuales, equivaldría a imponer unos 23.000 millones de dólares de deuda de golpe a un país como Bosnia-Herzegovina recién salido de la guerra.
Milicia fascista

Los haitianos deben sólo en intereses unos 430 millones de euros

Roto el primer sueño de libertad de los ex esclavos haitianos, Francia, exhausta, pasó el relevo a EEUU. La ocupación de Haití por los marines (1915-34) no sólo sirvió para que Washington deslocalizara, rumbo a la república negra, a soldados procedentes de familias del Sur, capaces de aplastar la rebelión campesina de Los Cacos. También sirvió para formar a una milicia auxiliar haitiana fascista.

EEUU desocupó Haití en 1934, pero dejó a la milicia, bautizada Ejército regular, y siguió administrando la economía y las aduanas hasta 1945, para cobrarse. Ese cobro tuvo la forma de una tasa sobre el café exportable que era repercutida a los campesinos.

Ese Ejército haitiano sirvió para sustentar décadas tras décadas dictaduras como la de los Duvalier, que desviaron unos 900 millones de dólares a cuentas numeradas suizas y monegascas, dinero que nadie ha devuelto a los haitianos.

Actualmente, las remesas de los emigrantes haitianos son, con mucho, la principal fuente de ingresos del país, seguido por el textil y el café. Pero no logran equilibrar la balanza de pagos del país.

Consecuencia: 1.885 millones de euros de deuda externa bruta en 2008. Pese a los anuncios de la "comunidad financiera internacional" en julio pasado, sólo una pequeña parte de esa deuda ha sido anulada. Buena parte ha sido "calificada cancelable", pero no anulada. Los haitianos deben sólo en intereses unos 430 millones de euros.

Consciente de ello, Christine Lagarde, la ministra francesa de Economía dijo ayer que ha contactado con el resto de miembros del Club de París para anular la deuda de Haití.

divendres, de novembre 27, 2009

Países pobres piden cancelamiento de su deuda externa

ANGOP. Luanda, 26 de noviembre de 2009

Peritos de los países de África, Caribe y Pacífico (ACP), reunidos este miércoles, en Luanda, en el cuadro de los preparativos de su 18ª sesión parlamentar paritaria, pidieron a los estados de la Unión Europea (EU) y a los países ricos, para cancelar la deuda externa de las naciones pobres.

Esta posición está expresa en una declaración leída a la prensa por el portavoz del encuentro, Robert Luke Iroga, que señala que cerca de 60 países necesitan que sean canceladas sus deudas para que tengan la oportunidad de alcanzar metas de desarrollo del milenio.

Según Robert Luke Iroga el encuentro agradeció las medidas ya tomadas por varios países de la UE en lo que toca al cancelamiento de las deudas de los estados en desarrollo, "a pesar de la preocupación con relación al impulso artificial de números de ayuda al organismo europeo con esta anulación".

El documento hace mención a la propuesta de la moción de resolución que insta a los países donadores a tener en cuenta los efectos de la crisis sobre los estado de la ACP, en observancia a los principios establecidos en la Declaración de París sobre la eficacia de la ayuda, reiterada en la agenda de acción de Accra, en conformidad con la conferencia de Doha y de las varias cumbres del G20.

Presentado por el co-relator de la ACP, el Ugandés Joseph Mugambe, el informe enfatiza igualmente el impacto económico y financiero del cambio climático, encoraja a los países miembros y donadores a direccionar gastos a corto y medio plazos para los estratos más pobres.

El texto apunta la educación, agricultura, infraestructura rural, creación de empleo, distribución de agua potable, como las áreas que deben ser prioritarias por parte de los estados miembros de la ACP.

Este informe será adoptado y discutido durante la 18ª sesión de asamblea paritaria parlamentar de la ACP-UE, cuya apertura solemne acontece el día 30 de este mes de noviembre.

dilluns, de novembre 16, 2009

Ecuador gestiona millonario préstamo ruso

viernes, 13 de noviembre de 2009 - 06:14 GMT

El gobierno ecuatoriano trabaja en la definición de los términos de un préstamo, por unos US$2.500 millones, que espera concretar con Rusia y que sería destinado al desarrollo de sus sectores estratégicos.

El tema se ha convertido en un asunto prioritario para Ecuador, más aún cuando este jueves el país andino anunció la suspensión de las negociaciones que mantenía con China para un crédito por cerca de US$1.000 millones debido a divergencias en las condiciones del préstamo.

El ministro coordinador de Política Económica de Ecuador, Diego Borja, dijo que China ponía "condiciones inaceptables", como garantías en importaciones, configuración de una cuenta en un banco extranjero, entre otras.

"Ecuador no acepta imposiciones ni de China ni del Fondo Monetario ni de nadie", manifestó el funcionario, señalando su confianza de que la suspensión del crédito no afectará las relaciones con Pekín.

Borja dijo que Ecuador buscará créditos de otros países para financiar los programas que tenía previsto llevar adelante con el préstamo chino. Y allí aparece Rusia como una de las principales cartas del gobierno de Rafael Correa.

Més a http://www.bbc.co.uk/mundo/economia/2009/11/091113_ecuador_rusia_mz.shtml

dimarts, d’octubre 20, 2009

Gobierno, empresas y familias deben 2,7 billones, el 250% del PIB español

Maite Vázquer del Río. ELECONOMISTA.ES. 21 de octubre de 2009

spaña está endeudada hasta las cejas. Si en tiempos de bonanza económica la petición de créditos y su respectiva concesión cabalgó sin límites, la crisis cerró la liquidez a empresas y familias. Pero las Administraciones Públicas, necesitadas como están de atender todas las necesidades, sobre todo, sociales, son las que captan la mayor parte del dinero en circulación.

No en vano, el déficit público podría acabar cercano al 12% del Producto Interior Bruto (PIB). A finales de julio pasado empresas, familias y sector público debían la escandalera de 2,7 billones de euros que, para que nos hagamos una idea, representa el 250 por ciento de nuestro PIB, por lo que se ha multiplicado por tres desde 2003.

En búsqueda de liquidez

Y nuestra economía tardará en recuperarse. A cada uno le preocupan sus deudas. Las familias, pendientes del hilo del paro, están endeudadas por valor de 904.614 millones, la mayor parte por préstamos sobre viviendas. Menos mal que el euribor está en el nivel más bajo de su historia (1,25). La pregunta es qué ocurrirá cuando el Banco Central Europeo (BCE) decida subir los tipos de interés.

Por su parte, las empresas, que han tenido que reducir sus márgenes y buscar liquidez a duras penas, deben más de 1,3 billones de euros. Sólo las operaciones inmobiliarias supera el billón de euros (el 60 por ciento corresponde a las familias y el 40 por ciento a operaciones inmobiliarias aún impagadas).

Para el responsable del servicio técnico de Comisiones Obreras, Miguel Ángel García, salir de esta situación requerirá no tomar decisiones precipitadas. Antes se deben tener en cuenta los márgenes que tiene la economía.

Ganar tiempo

El problema es que en los tiempos de bonanza no se guardó para tiempos peores, y se ha llegado a este nivel de endeudamiento porque nadie puso límites al dinero que se prestaba. Ahora, denuncia el economista, "se está volviendo a refinanciar la deuda de las empresas" para que las entidades financieras no vayan al "colapso", a través de la creación de sociedades a las que imputan las operaciones inmobiliarias impagadas. El objetivo de tal medida es ganar tiempo para que se incrementen sus activos financieros y buscar una salida al grave problema que tienen: los 800.000 millones de deuda con el exterior y los fallidos.

Por tanto, este sector necesita capitalización, mientras el Fondo de Reestructuración Ordena Bancaria (Frob) sólo se preocupa por "comprar activos". A día de hoy, la reserva del sector asciende a 37.000 millones, una cantidad que resulta a todas luces irrisoria.

Mientras tanto, las empresas están muy "apalancadas". Según los últimos datos, el valor de las operaciones inmobiliarias impagadas supera los 470.000 millones de euros, lo que supone un incremento de estos créditos desde 2003 hasta mediados de 2009 del 47 por ciento.

Por último, las Administraciones Públicas, que venían de un cómodo superávit, ya tienen en su contra 450.000 millones de euros, tras emitir todo tipo de deuda para atender a sus gastos más apremiantes, sobre todo, los planes de estímulo fiscal junto a las ayudas a los desempleados y a los sectores más afectados por la crisis. Por estas últimas razones, la deuda pública ha pasado de los 432.000 millones en 2008 a los 561.000 millones.

dijous, d’octubre 08, 2009

Desigualdades sociales en España

Vicenç Navarro. PÚBLICO, 8 de octubre de 2009.

Según las cifras de Eurostat (la agencia de datos de la Unión Europea), publicadas en el último informe del Observatorio Social de España, OSE, (La Situación Social en España, volumen III), España es el país más desigual de la Unión Europea. Mírese como se mire, los datos hablan por sí mismos. El Coeficiente Gini (que mide el grado de desigualdad de un país) es el más alto de la UE y la distancia en el nivel de renta entre el 20% de la población de renta superior (que incluye la burguesía, la pequeña burguesía y las clases medias de renta alta) y el 20% de la población de renta inferior (la mayoría de clase trabajadora no cualificada) es la más elevada de la UE.

Las diferencias en la calidad de vida entre las clases sociales son también las más acentuadas de la UE. En indicadores que reflejan tal calidad, como son las cifras de mortalidad, las diferencias son enormes. Un burgués en España vive casi dos años más que un pequeño burgués, que vive casi dos años más que una persona de clase media de renta media alta, que vive dos años más que una persona de clase trabajadora cualificada, que vive dos años más que una persona de clase trabajadora no cualificada, que vive dos años más que una persona de clase trabajadora no cualificada con más de cinco años en el paro. La distancia en años de vida entre el último y el primero son diez años (repito, no diez días, o diez meses, sino diez años). El promedio de la UE son siete.

¿Por qué estas desigualdades? La causa mayor es el enorme poder económico, mediático y político que ha tenido históricamente y continúa teniendo el 20% de la población de la renta superior del país (que incluye, entre otros grupos sociales, a los creadores de opinión). Este grupo social (que en España se le llama clase alta) tiene una enorme influencia en el Estado español, causa de que sea el menos redistributivo de todos los estados de la UE. Según los mismos datos de Eurostat, las intervenciones del Estado español reducen la pobreza sólo 4 puntos, pasando de ser un 24% de la población (casi uno de cada cuatro españoles) antes de que intervenga el Estado a un 20% de la población (uno de cada cinco). En el promedio de la UE-15, el grupo de países de la UE de semejante nivel de desarrollo que España, la pobreza pasa de un 26% de la población a un 16%, una reducción de 10 puntos. Suecia (país donde históricamente las izquierdas han sido más fuertes) pasa de un 29% a un 12%, una reducción de 17 puntos. Esta reducción se da no sólo entre ricos y pobres sino entre todas las clases sociales.

Una causa importante de que el Estado español sea tan poco redistributivo se debe al escaso desarrollo de su Estado del bienestar, es decir, de las transferencias públicas (como las pensiones) y de los servicios públicos (como sanidad, educación, servicios del cuarto pilar del bienestar –como escuelas de infancia y servicios domiciliarios a las personas con dependencias–, servicios sociales, vivienda social, prevención de la exclusión social y otros), que tienen una gran importancia para explicar la calidad de vida de la ciudadanía y muy en particular de las clases populares, que son las que más utilizan tales transferencias y servicios. Ejemplo de la importancia de estas transferencias es que sin las pensiones, por ejemplo, el 62% de los ancianos en este país serían pobres.

Este subdesarrollo del Estado del bienestar se debe a su subfinanciación. El gasto público social por habitante es el más bajo de la UE-15. Y esta subfinanciación se debe a que los ingresos del Estado son reducidos, consecuencia de que la carga fiscal en España es la más baja de la UE-15, el 36% del PIB (el promedio de la UE-15 es el 46%; el de Suecia es el 55,5%). Decir que los impuestos son bajos, sin embargo, no es suficiente. Es cierto que la mayoría de impuestos en España son más bajos que en la UE. Pero en algunos tipos y para algunos grupos de la población los impuestos en España son mucho más bajos que en la UE-15. Y aquí no me refiero a los tipos (que a través de las exenciones se anula su efecto progresivo) sino a toda la carga fiscal, que es la más regresiva que existe en la UE-15. El 20% de la población de renta superior en España contribuye al fisco menos que sus homólogos en la UE-15 (parte de ello se debe al enorme fraude fiscal, entre otros, de la Banca, que tiene los beneficios más altos de la UE-15 y de los más altos del mundo, lo cual no se debe a su eficiencia sino a su enorme poder y excesiva influencia sobre el Estado). De ahí que, mientras lo que paga en impuestos un obrero en España no es mucho menos (en términos porcentuales) que lo que paga un obrero en la UE-15, lo que paga un burgués, sin embargo, es mucho más bajo que lo que paga su homólogo en el promedio de la UE-15.

Y ahí está el meollo de la cuestión. Las políticas fiscales en España son las más regresivas de la UE-15. Nuestro país es donde menos se respeta aquel principio –que fue la guía de las izquierdas– de que las políticas públicas debieran ir creando una sociedad en la que “a cada uno, según sus necesidades y de cada uno, según sus habilidades”. Indicar, como lo dijo recientemente Miguel Sebastián, que “los impuestos no están para redistribuir la riqueza, sino para obtener ingresos” (Público, 29-09-09),

es no sólo abandonar unas intervenciones claves para redistribuir recursos, sino también renunciar al principio que debiera ser guía para un Gobierno socialdemócrata. Parecía que, por un momento, el presidente Rodríguez Zapatero, cuando habló de enfrentarse a los poderosos, así lo entendía. Por desgracia, las propuestas hechas no traducen este compromiso. Los “poderosos” no verán sus rentas afectadas seriamente y el Estado español continuará siendo el que en la UE menos redistribuya las riquezas del país, con lo cual un burgués continuará viviendo diez años más que un obrero.

Vicenç Navarro es catedrático de Políticas Públicas en la Universidad Pompeu Fabra y director del Observatorio Social de España

divendres, d’octubre 02, 2009

La deuda de España alcanzará el 136% del PIB si no se reduce el déficit, según Barclays

Eduardo Segovia. COTIZALIA, 30 de septiembre de 2009

El brutal incremento de la deuda pública española para financiar el agujero de las cuentas públicas (la vicepresidenta Elena Salgado anunció ayer que el Estado emitirá 211.500 millones en 2010) durará mucho más de lo que prevé el Gobierno alcanzará niveles terroríficos: hasta el 136% del PIB en 2016, según estimaciones de Barclays Capital. Para evitarlo, no basta con que la economía se recupere, sino que es necesario un importante ajuste del gasto que reduzca el déficit público de forma drástica.

Esta cifra se alcanzará en el escenario económico estimado por el FMI y asumiendo que el Gobierno no toma medidas de ajuste fiscal, sino que confía exclusivamente en la recuperación para reducir el déficit y la deuda. En ese caso, España pasará de tener una deuda del 59% del PIB en 2010 hasta el 96% en 2013 y el citado 136% en 2016. Una evolución catastrófica si tenemos en cuenta que el ratio de endeudamiento se encontraba en el 39,5% en 2008.

Para el resto de la zona euro la tendencia es la misma, aunque en niveles más bajos: 103% del PIB en 2013 y 119% en 2016. Es decir, que España, a pesar de partir de un endeudamiento mucho más bajo que el de la media de la zona euro, superará con creces esta media en los próximos años. Sólo superarán la deuda de nuestro país Italia (con un ratio del 147%), Irlanda (165%) y Grecia (con un escalofriante 201%).

En un escenario más optimista en el que el PIB vuelve a un crecimiento del 3% anual a partir de 2012, la deuda tampoco se estabilizará hasta 2016, aunque su crecimiento será menor: España alcanzará el 95% en 2013 y el 126% en 2016, mientras que las cifras para el conjunto de la zona euro serán el 100% y el 109%, respectivamente.

En ese caso, se abriría más la brecha entre España y los grandes países de la zona euro, debido a que nuestro output gap (la diferencia entre el crecimiento potencial y el real de la economía) se cerrará más lentamente que en el resto de nuestros socios. Otro escenario posible es que la inflación vuelva a niveles del 4% y los tipos nominales al 6%, algo que tendría más efectos benéficos en la deuda que un crecimiento del PIB del 3% (la inflación incrementa el PIB nominal). En el caso español, el ratio de deuda alcanzaría en 93% en 2013 y el 121% en 2016, mientras que en el conjunto de la eurozona llegaría al 100% y al 104%, respectivamente.

Por tanto, no basta con la recuperación del crecimiento y la inflación para reducir la deuda pública. La única solución efectiva es acometer un duro ajuste fiscal, que Barclays estima en una reducción del déficit de dos puntos del PIB en el período 2012-2016. Si esta medida se hace efectiva, el ratio de endeudamiento empezará a bajar en 2014 en la región y se frenará en niveles más bajos, pero aun así, no volverá a los niveles anteriores a la crisis. Así, la media de la zona euro se situará en el 97% en 2013 y en el 90% en 2016, y la deuda española sería del 90% del PIB en 2013 y del 106% en 2016 (como se ve, nuestro ajuste llegará más tarde y también superaríamos el 100% y la media de nuestros socios).

No obstante, hay que considerar altamente improbable un ajuste fiscal de esta magnitud en España, ante la rotunda negativa del Gobierno de Zapatero a recortar el desbocado gasto público y al escaso impacto recaudatorio de la subida de impuestos anunciada. Lo peor es que esta reducción del déficit no sólo viene exigida por la necesidad de frenar el crecimiento de la deuda pública, sino también por el envejecimiento de la población, que va a incrementar notablemente el gasto público en los próximos años.

De nuevo, España aparece como uno de los países más afectados por este fenómeno, con un incremento del gasto de 9 puntos del PIB en el período 2007-2060, según estimaciones de la Comisión Europea. Esto pondrá nueva presión sobre el déficit público y, si no se produce el citado ajuste fiscal, tendrá que financiarse con más deuda.

divendres, de setembre 25, 2009

Arias pide cambiar deuda por reforestación

Álvaro Murillo. Nación, 23 de septiembre de 2009

El presidente de la República de Costa Rica, Óscar Arias, planteó perdonar una deuda cercana a $50 millones para invertir esa suma en iniciativas de reforestación.

La solicitud hecha por Arias a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, pretende impulsar proyectos ambientales mediante Costa Rica por Siempre, una campaña de financiamiento privado apoyada por el Gobierno.

Así lo mencionó el mandatario durante una cita de casi una hora que tuvo con Clinton en la noche del lunes en el hotel Waldorff Astoria, en medio del trajín por la organización de la 64 Asamblea General de Naciones Unidas. Clinton no dio una respuesta, pero su reacción fue “muy positiva”, según el canciller Bruno Stagno, uno de los tres ministros que acompañan a Arias durante la gira, que acabará este viernes.

El mandatario aseguró que la intención es canalizar los fondos mediante Costa Rica por Siempre, pues cada dólar que aporte el Estado significaría otro dólar proveniente del sector privado.

El deudor mayoritario es el Banco Central y sería el Departamento del Tesoro el que debería tomar la decisión de condonar o no. EE. UU. ya había perdonado, hace dos años, $24 millones de deuda externa correspondiente al Banco Central, recordó Stagno.

La petición de Arias coincide con el mensaje que lanzó ayer en el marco de la Cumbre sobre Cambio Climático, en Naciones Unidas, donde volvió a llamar a los países desarrollados a dar más cooperación para el medio ambiente.

dimecres, de setembre 23, 2009

«Incito a todos los Estados a realizar auditorías de sus deudas externas»

21 de septiembre de 2009 / TLAXCALA, Renaud Vivien

Entrevista con Cephas Lumina, el experto independiente de la ONU en deuda externa

El 5 de junio de 2009 tuvo lugar en Ginebra la 11ª sesión de Consejo de los Derechos Humanos de la ONU, en el transcurso de la cual el experto independiente sobre la deuda externa, Cephas Lumina, presentó su informe preliminar |1| a los representantes de los distintos Estados, agencias de la ONU y ONG acreditados. El Banco Mundial no participó, mostrando su falta de interés por los temas relativos a los derechos humanos… El CETIM |2| y el CADTM han respondido ¡presente! asistiendo a esta sesión oficial, y organizando una conferencia paralela en el Palacio de las Naciones Unidas sobre la auditoría de la deuda, contando con la presencia de la Ministra de Economía y Finanzas del Ecuador, María Elsa Viteri, y de Cephas Lumina. Este último además nos ha concedido una entrevista para hablar sobre su informe preliminar.

Su mandato finalizará en 2010 con la entrega de un informe final. Los temas de esta entrevista: auditoría de la deuda, deuda ilegítima y obligación de las IFI y los Estados de respetar los derechos humanos. Resaltamos que el informe mencionado utiliza datos del trabajo del CADTM titulado “Las cifras de la deuda" |3| y que afirma explícitamente que las obligaciones sobre los derechos humanos prevalecen sobre las obligaciones financieras de los Estados.

En el informe que ha presentado hoy al Consejo de los Derechos Humanos de la ONU, hace hincapié en el vínculo entre la deuda externa y los derechos humanos proponiendo un marco conceptual para comprender esta relación. ¿Podría ampliar los detalles de ese enfoque?


Uno de los principales objetivos del mandato que me ha sido confiado por el Consejo de los Derechos Humanos en su Resolución 7/4 del 27 de marzo de 2008 es el de desarrollar principios directores que deben regir a los Estados, a las Instituciones Financieras Internacionales (IFI) y a las instituciones privadas con el fin de garantizar que el respeto de los compromisos de los Estados relativos a la deuda externa, no afecte a sus obligaciones de respetar los derechos humanos. Mi antecesor, el experto independiente Bernard Mudho, desarrolló una primera versión de esos principios directores. Mi trabajo consiste en mejorar estos principios conectándolos con los Tratados de protección de los derechos humanos para que tengan mayor peso. Remarco así las obligaciones jurídicas internacionales que se imponen no sólo a los Estados sino también a las instituciones internacionales como el Banco Mundial. Para elaborar este marco conceptual que vincula la deuda externa con los derechos humanos, examiné los efectos de esta deuda y las políticas de ajuste estructural sobre los derechos fundamentales. Mi informe intermedio pone de relieve el impacto negativo del mecanismo de la deuda externa en los derechos económicos, sociales y culturales como el derecho a la educación o el derecho a la salud. ¡En 2005, el Líbano dedicaba por ejemplo un 52% de su presupuesto al reembolso del servicio de la deuda contra solamente un 23,1% para la educación y la salud! Explico también que las disminuciones de deuda establecidas de acuerdo con la Iniciativa PPAE (Países Pobres altamente Endeudados) promovida por el Banco Mundial y el FMI no solucionaron de manera duradera el problema de la deuda, puesto que países como Burkina Faso o Níger se encuentran con un nivel de endeudamiento aún mayor después de la aplicación de la iniciativa PPAE. Además, para obtener la reducción de la deuda, estos países deben aplicar políticas que implican la violación de los derechos sociales. Por ejemplo, Zambia, en 2004, congeló los salarios de los funcionarios por prescripción del FMI. Los derechos civiles y políticos como el derecho a la participación se violan también en el proceso de adopción de los DERP (Documentos estratégicos de reducción de la pobreza). En efecto, no se consulta a los parlamentos nacionales en la mayoría de los casos y la aprobación final de estos documentos siempre está condicionada por el acuerdo final de los IFI.

¿Este enfoque de la deuda basado en los derechos humanos ha obtenido un amplio apoyo por parte de los Estados y de las IFI?

No, no totalmente. La Resolución 7/4 que instituye mi mandato fue adoptada por una mayoría con 34 votos contra 13. De los 34 Estados que votaron a favor de esta Resolución, ninguno es un país acreedor del Norte. Realmente, el principio de mi mandato se caracterizó por las tradicionales tensiones entre los países ricos acreedores y los países en desarrollo. En efecto, desde la designación en la ONU del primer experto sobre la deuda externa en 1997, los Estados del Norte consideran que la problemática de la deuda no tiene ningún vínculo con los derechos humanos, que se trata de una problemática puramente económica y que debe, en consecuencia, tratarse fuera del Consejo de los Derechos Humanos y de la Asamblea General de la ONU. Preconizan, en particular, el pago en el seno del Club de París, ya que en la Asamblea General y en el Consejo de los Derechos Humanos, los países del Norte se encuentran en minoría puesto que cada país dispone de un voto, lo que va lógicamente en contra los intereses de los países acreedores. Desde el principio de mi mandato, encontré una diversidad de protagonistas (Estados, IFI, ONG) pero debo admitir que son las organizaciones de la sociedad civil y algunos Estados como Ecuador y Noruega, los que más me han ayudado. Los responsables del Banco Mundial a quienes consulté tienen posiciones diferentes el uno con el otro. Algunos refutan categóricamente el enfoque basado en los derechos humanos considerando solo la dimensión económica de la deuda. Con todo, las IFI están obligadas jurídicamente por textos vinculantes como la Carta de la ONU así como también por los dos Pactos de 1966 sobre los derechos económicos, sociales y culturales y sobre los derechos civiles y políticos. Esta actitud reticente se debe, en particular, a que las IFI se crearon en 1944, o sea antes de la aprobación de estos convenios internacionales.

¿Qué medidas inmediatas relativas a la deuda externa preconiza para hacer frente a la crisis económica mundial, que afecta a los derechos humanos y que estará acompañada irremediablemente por una nueva crisis de la deuda? ¿Está usted, por ejemplo, a favor de una moratoria del reembolso de la deuda como lo propone el Secretario General de la CNUCYD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre comercio y desarrollo), Supachai Panitchpakdi?

Estoy en contra de una simple prórroga ya que esta medida no es viable. Es necesario ir más lejos instaurando una prórroga condicional: es decir, una suspensión del pago de la deuda seguida por una anulación de la deuda externa si la situación del Estado no mejoró al expirar esta prórroga. En efecto, temo que si los PED asumen el compromiso de suspender el reembolso del servicio de la deuda durante un período dado, corran el riesgo de vincularse por este compromiso y de tener que reanudar a continuación el reembolso de la deuda en detrimento de los presupuestos sociales. Sería necesario pues un acuerdo entre los PED y los acreedores para que esta prórroga esté combinada con una anulación de la deuda cuando la situación de endeudamiento siga siendo insoportable. Preconizaré más bien seguir los ejemplos de Noruega y Ecuador |4| que llevaron a cabo auditorías de la deuda y cancelaron una parte de sus deudas reconociendo al mismo tiempo su corresponsabilidad (en el caso de Noruega). Destaquemos que esta corresponsabilidad es un principio central desde el Consenso de Monterrey en 2002. Incito pues muy especialmente las autoridades públicas a realizar auditorías de la deuda como lo hicieron Noruega y Ecuador. Estas auditorías, que son herramientas de control democrático, permitirán a la vez conocer el origen de las deudas y fundamentar jurídicamente, por ejemplo, la anulación o el repudio de todas las deudas contraídas en violación del derecho interno de los Estados. Es necesario reformar también la arquitectura financiera internacional democratizando las IFI, que son las defensoras de los intereses de los acreedores.

La deuda ilegítima constituye uno de sus ejes prioritarios para 2009 y 2010. ¿Podría precisar cómo piensa encarar el trabajo sobre ese tema?

Las experiencias de auditoría en Ecuador y Noruega sacaron a la luz el concepto de deuda ilegítima. Pero no existe aún una definición internacionalmente aceptada de lo que es una deuda ilegítima. Deseo pues, en estrecha colaboración con la CNUCYD, definir los contornos de este concepto y hacer hincapié en la corresponsabilidad de los acreedores y deudores, para promover una financiación responsable. Este concepto debe aplicarse para el futuro con el fin de prevenir la aparición de nuevas deudas ilegítimas pero también para el pasado con el fin de cancelar sin condiciones todas las deudas ilegítimas. Ya estoy en contacto con la CNUCYD sobre estas cuestiones ya que ha recibido el año pasado financiación de Noruega, en el marco de un proyecto de tres años, para desarrollar el concepto de deuda ilegítima. Nuestro interés común es pues tener las posiciones más cercanas posibles sobre la deuda ilegítima. Para clarificar su contenido, consultaremos a los Estados, a las ONG y también a las IFI. Finalmente quiero decir que pienso también desarrollar, de ahora en adelante, la relación entre la deuda externa y el comercio internacional para poder aclarar este vínculo en mi informe de 2010. En efecto, la deuda externa y el comercio internacional son indisociables puesto que los Estados deudores deben exportar sus materias primas para reembolsar la deuda en dólares estadounidenses. Este mecanismo los vuelve así extremadamente dependientes de la cotización de estos productos fijada por los mercados internacionales.

¿Cómo articula las auditorías nacionales de la deuda con el arbitraje internacional sobre la deuda externa?


Es un trámite en dos tiempos. Sugiero que en primer lugar los Estados realicen auditorías nacionales de la deuda tal como hizo Ecuador. Estas auditorías, como actos soberanos de los Estados, no tienen que ser aceptadas por los acreedores. Estas auditorías podrán justificar anulaciones/repudios incondicionales de todas las deudas ilegítimas. Pero si un litigio aparece a raíz de la decisión que se deriva de estas auditorías, como la anulación/repudio de deudas o la suspensión del pago de deudas, el conflicto podrá ser sometido a un tribunal de arbitraje. Este tribunal podrá también establecer las responsabilidades compartidas de las partes. Cabe destacar que esos arbitrajes sobre la deuda ya han sido abordados en el seno de las Naciones Unidas, en particular por el ex secretario general Kofi Annan. La crisis actual debe entonces tomarse como una oportunidad para establecer este tipo de arbitraje. Por último, quisiera destacar que mi informe no agradará ciertamente a todos los acreedores. Por esta razón será necesario un amplio apoyo de los ciudadanos del Norte y del Sur, y una presión popular sobre los Gobiernos. En efecto, mi informe no tiene ninguna fuerza vinculante.

Notas:
|1| http://www2.ohchr.org/english/bodies/hrcouncil/11session/reports.htm
|2| http://www.cetim.ch/es/index.php?currentyear=&pid=
|3| http://www.cadtm.org/spip.php?article856
|4| El experto independiente presentará en 2010 el informe completo de sus visitas oficiales a Noruega y Ecuador.

dimarts, de setembre 15, 2009

La Campaña ¿Quién debe a quién? entrega una carta al presidente Morales en su visita a Madrid

QDQ, 15 de septiembre de 2009

La Campaña pide al mandatario boliviano auditar la Deuda Ilegítima que reclama el Gobierno español y apoya la propuesta del Gobierno de Morales para exigir el pago de la Deuda Climática.

Con motivo de la visita oficial del Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, la campaña ¿Quién debe a quién?, una campaña por la abolición de la Deuda Externa y la reparación de la Deuda Ecológica, entregó una carta al mandatario boliviano, en la que denuncia la "ilegitimidad de la deuda externa que el Gobierno español reclama a Bolivia".

Por esta razón, ¿Quién debe a quién? expresa al Presidente Evo Morales su apoyo a la “Campaña por la Auditoría de la Deuda Pública” que viene impulsando el Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo en Bolivia, y le pidió expresamente la realización de una auditoría de la Deuda Pública con el Estado español.

El reclamo se basa en la reciente experiencia del Gobierno de Ecuador que asumió el reto de realizar una Auditoría Integral del Crédito Público, tratándose de un hito histórico en el camino hacia la abolición de la deuda externa como mecanismo de dominación y empobrecimiento. Esta auditoría demostró evidencias de ilegitimidad de las deudas contraídas por los anteriores gobiernos ecuatorianos, y se suspendieron varios de los pagos de aquellas deudas demostradas ilegítimas, incluyendo las deudas con el Estado español. En este sentido, la auditoría de deuda externa realizada en Ecuador aportó suficientes evidencias de la ilegitimidad de las deudas bilaterales que el Estado español está reclamando al Estado ecuatoriano.

Por otra parte, ¿Quién debe a quién? mostró su apoyo a la posición boliviana en las negociaciones de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC), así como las propuestas de Bolivia ante la próxima Conferencia de las Partes COP 15 en Copenhague, para reclamar el reconocimiento y el pago de “la deuda climática”, que los países desarrollados deben a los países en desarrollo.

En este sentido, la campaña ¿Quién debe a quién? sugirió a Evo Morales que exiga expresamente al Gobierno español, el país industrial que más incumple el Protocolo de Kioto, este reconocimiento y el pago de su Deuda Climática, así como de toda la Deuda Ecológica que las empresas españolas y las políticas públicas del Estado español hayan generado y siguen generando en Bolivia con consecuencias socio-ambientales negativas para el pueblo boliviano.

dilluns, de setembre 14, 2009

La renegociación de la deuda ecuatoriana asombró a un Nobel

REUTERS, 13 de septiembre de 2009

La cesación de pagos declarada por Ecuador en 2008 fue rechazada por Wall Street, que la vio como el primer ejemplo de un país solvente que se niega a pagar su deuda externa. Pero para el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, la decisión fue beneficiosa para el país.

Los inversores se indignaron cuando el presidente Rafael Correa, declaró una moratoria sobre bonos globales por USD 3 200 millones, cuando la economía estaba creciendo y las arcas estatales tenían efectivo por los altos precios del petróleo de entonces.

Con los resultados de una auditoría, Ecuador, el socio más pequeño de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), dijo que los bonos se negociaron ilegalmente por Gobiernos anteriores en complicidad con la banca internacional.

En junio, Ecuador recompró el 91% de los bonos en una operación que obtuvo una participación mayor a la esperada. “Hacer la auditoría fue una idea innovadora. Así como intentar comprender de dónde salió la deuda y la legitimidad de la misma”, le dijo Stiglitz a Reuters.

“Es algo que otros países deberían considerar. Hay costos y beneficios. Argentina está mejor tras su ‘default’ (en 2002) de lo que estaba antes. Lo mismo sucede con Rusia”, sostuvo Stiglitz.

También sostuvo que Ecuador ha mejorado su posición, dado que los menores pagos de deuda permiten a la economía recuperarse más rápidamente de los efectos de la crisis global.

El Gobierno ecuatoriano incumplió el pago de los bonos 2012 y 2030 que fueron creados dentro de una reestructuración de la deuda Brady en 2000. Los auditores dijeron que la reestructuración imponía términos abusivos y violaba las leyes locales.

El Gobierno espera una expansión del 2% en el Producto Interno Bruto de 2009 y del 3,4% en 2010, pese a una demanda inestable del petróleo.

Lo que se necesita, según Stiglitz, es un mejor mecanismo para reestructurar las deudas soberanas que funcione de la misma manera en que los tribunales lidian con las deudas de las personas individuales.

Un sistema de ese tipo permitiría a los gobiernos presentar sus quejas sobre la forma en que se contrajeron las deudas, así como un ciudadano privado podría presentar su caso contra bancos que, por ejemplo, emitieron tarjetas de crédito con costos escondidos u otras irregularidades.

dilluns, de juliol 06, 2009

Creciente deuda podría traer próxima crisis a EEUU

Tom Raum. THE ASSOCIATED PRESS, 3 de julio de 2009

Los fundadores de Estados Unidos dejaron un legado que no se suele celebrar cada 4 de julio cuando llega el Día de la Independencia, pero que sí afecta a todo el país: la deuda nacional.

Estados Unidos se endeudó por primera vez para pagar por su guerra de independencia. Desde entonces, la deuda no ha parado de crecer y hoy llega a 11,5 billones de dólares o más de 37.000 dólares por cada habitante del país. Lo que es más, sigue aumentando un billón por año.

Esta montaña de deuda podría con facilidad convertirse en la próxima crisis económica si Washington no toma medidas, advierten los economistas. "A menos que mostremos un compromiso fuerte con la sustentabilidad fiscal en el largo plazo, no vamos a tener ni estabilidad financiera ni un crecimiento económico saludable", dijo hace poco al Congreso el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke. Las consecuencias inevitables serían impuestos más altos o beneficios y servicios federales reducidos, o ambos.

La deuda complica los intentos del presidente Barack Obama y del Congreso de enfrentarse a la peor recesión en décadas, ya que los gastos para estimular la economía y para salvar a los bancos coinciden con menores ingresos por impuestos para aumentar la brecha.

Los pagos de intereses de la deuda por sí solos costaron 452.000 millones de dólares el año pasado y fueron el renglón más abultado de gastos después de los seguros de salud Medicare y Medicaid, la seguridad social y la defensa nacional. La deuda está desplazando con rapidez a otros gastos del gobierno y al Tesoro le cuesta cada vez más encontrar nuevos prestamistas.

Estados Unidos tuvo un balance negativo por primera vez en 1790, cuando se hizo cargo de 75 millones de dólares en deudas de guerra acumuladas por el Congreso Continental.

Alexander Hamilton, el primer secretario del Tesoro, dijo: "Una deuda nacional, si no es excesiva, será para nosotros una bendición nacional". Qué bendición. Desde entonces, el país sólo estuvo libre de deudas una vez, entre 1834 y 1835.

La deuda nacional ha crecido en tiempo de guerra y se contrajo en épocas de paz, pero por lo general se mantuvo en subida. En las últimas décadas, creció fuertemente, excepto entre 1998 y 2000, cuando hubo superávit en los presupuestos anuales, en parte debido a una economía sobrecalentada.

La deuda despegó con las guerras en Irak y Afganistán y el gasto para estimular la economía de los presidentes George W. Bush y Obama, respectivamente.

El cronómetro de la deuda nacional en un edificio cerca de la Plaza Times en Nueva York (inaugurado en 1989, cuando el país debía apenas 2,7 billones) se quedó sin dígitos suficientes en 2008 cuando el monto superó los 10 billones. Desde entonces, lo modificaron para que cupieran cifras más altas.

dijous, de juliol 02, 2009

La deuda exterior de España rompe otro récord y roza por primera vez los 1,7 billones de euros

Carlos Sánchez / EXTREMADURA PROGRESISTA, 1 de julio de 2009

La capacidad de la economía española para absorber dinero del exterior parece no tener límites. Los datos que dio ayer a conocer el Banco de España indican, en concreto, que la deuda externa se situó al acabar el primer trimestre del año en 1,68 billones de euros, alrededor del 165% del Producto Interior Bruto.

Esa cifra supone un avance de 21.617 millones respecto del último trimestre de 2008, y de nada menos que de 94.860 millones respecto a hace un año. Algo que pone de relieve que la economía española -incluso atravesando un periodo recesivo- necesita consumir capital extranjero a mansalva. Tanto que desde el año 2005 la deuda exterior ha crecido en nada menos que un 75%, lo que ha permitido financiar las necesidades de liquidez de los agentes económicos, altamente endeudados. En el primer trimestre de ese año no se alcanzaba si quiera el billón de euros, lo que refleja la intensidad del fenómeno.

Las instituciones financieras –bancos y cajas de ahorros- son, con diferencia, quienes deben más dinero al exterior. Nada menos que 781.791 millones de euros, lo que supone 15.000 millones más que en el trimestre anterior. De esa cantidad, algo más de 411. 000 millones son en empréstitos a corto plazo, lo que explica las dificultades de financiación que han tenido en los últimos meses en un contexto de restricción crediticia.

Las administraciones públicas, por su parte, que en los últimos años habían tenido un comportamiento más proclive al ahorro, han visto como se producía un cambio de tendencia. Hasta el punto de que en el primer trimestre de este año debían al exterior 235.620 millones de euros, 40.000 millones más que hace un año. El ensanchamiento del déficit explica en este caso las necesidades de financiación de la nación en el exterior.

¿Qué es la deuda externa?

La deuda externa de un país, tal como lo define el Fondo Monetario Internacional (FMI), comprende los saldos de todos los pasivos frente a no residentes que van a dar lugar a pagos por amortización, por intereses o por ambos. Por lo tanto, incluye todos los instrumentos financieros, excepto las participaciones en el capital y los derivados financieros, ya que estos dos tipos de instrumentos no suponen, necesariamente, la realización de pagos.

La deuda viene a significar, por lo tanto, el saldo vivo de los préstamos pendientes de pago, y que anualmente se concreta en el déficit de la balanza de pagos por cuenta corriente, y que tan sólo en 2008 ascendió a 104.664 millones de euros. Es decir, la diferencia entre lo que España es capaz de ahorrar y lo que necesita para financiar su actividad económica.

El Banco de España ofrece los datos en términos brutos, por lo que para saber realmente lo que tiene que debe devolver este país hay que restar la cantidad de dinero que los agentes económicos han prestado en el exterior. De esta manera se conoce cuál es la posición de inversión internacional de España en términos netos. Y el resultado es que este país debe en estos momentos 866.700 millones de euros, cerca de 11.000 millones menos que en el último trimestre del año pasado. En cualquier caso, casi cuatro veces más que en 2001. Si se excluye la posición del Banco de España, el desequilibrio roza los 920.000 millones de euros.

El descenso del primer trimestre de 2009 tiene que ver con el progresivo proceso de desapalancamiento de la economía española como consecuencia de la crisis.

Detrás de la imponente subida de la deuda externa se encuentra el fuerte crecimiento económico de los últimos años, que ha requerido ingentes cantidades de dinero. Dicho en otros términos, mientras que España invertía el 30% de su PIB, su capacidad de ahorro apenas ha llegado al 20% del Producto Interior Bruto, lo que explica esos 10 puntos de déficit de la balanza de pagos.